El Centro Tecnológico del Mármol desarrolla un método para recuperar la flora y fauna amenazada en cinco explotaciones de roca ornamental
Todos los entornos, por inhóspitos que parezcan, pueden convertirse en un cobijo para la biodiversidad. También las canteras, explotaciones de recursos minerales a cielo abierto que producen importantes afecciones al medio ambiente y que por este motivo están obligadas a aplicar medidas de integración paisajística. Más allá de soluciones cosméticas, el Centro Tecnológico del Mármol (CTM) de la Región de Murcia desarrolla un proyecto pionero –BioReStone– para conservar especies y hábitats de interés, prevenir y erradicar invasoras y adaptar esta actividad industrial al cambio climático. Las actuaciones se han puesto en práctica durante los dos últimos años y medio en cinco canteras de piedra ornamental: dos en Moratalla, otras dos en Nerpio (Albacete) y una en Castril (Granada).
«A todas las canteras se les exige un plan de restauración aprobado por la administración;si no, no pueden funcionar. Pero no contemplan criterios de biodibersidad y cambio climático, ni de control de especies invasoras», explica a LA VERDAD Elena López, doctora en Ingeniería Química y responsable del área de Gestión de I+D del CTM, con sede en Cehegín. Esta es la singularidad de BioReStone, iniciativa que cuenta con el apoyo de la Fundación Biodiversidad (Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico) y que ha dispuesto de un presupuesto de 82.360 euros.